El cuidado de la piel en invierno puede ser complicado ya que el frío suele acarrear una serie de desafíos importantes para nuestra piel (seca en invierno). A diferencia de los meses más cálidos, el aire frío y seco del invierno puede reducir la hidratación de la piel, provocando sequedad, irritación y un aspecto apagado. Esta estación exige una rutina de cuidado de la piel diferente, centrada en la hidratación y la protección. A medida que bajan las temperaturas, resulta esencial adaptar el cuidado de la piel para hacer frente a estos retos específicos, garantizando que nuestra piel se mantenga sana y resistente durante los meses más fríos.
HIDRATA TU PIEL DESDE DENTRO
La hidratación interna es vital para el cuidado de la piel en invierno, ya que las condiciones externas de frío y sequedad pueden provocar una deshidratación cutánea importante. Comprender la base científica de la hidratación de la piel es clave para cuidarla de manera eficaz. El primer paso (y el más esencial) en este proceso es garantizar una ingesta adecuada de agua. Esta práctica fundamental ayuda a contrarrestar los efectos desecantes del ambiente invernal sobre la piel
Fundamentos de la hidratación de la piel
Nuestra piel, el órgano más grande del cuerpo, se ve afectada por los niveles internos de hidratación. La baja humedad del invierno puede agotar rápidamente la hidratación, provocando sequedad y debilitando la función de barrera de la piel.
Ingesta de agua: base de la hidratación
La forma más sencilla y eficaz de hidratar la piel desde el interior es mantener una ingesta adecuada de agua. La pauta general es beber al menos ocho vasos de agua al día, pero esto puede variar en función de las necesidades individuales y de factores relacionados con el estilo de vida. Recuerda que si tienes sed, tu piel ya está deshidratada.
La importancia de los suplementos
Aunque una dieta equilibrada es importante, los suplementos como el colágeno pueden aportar beneficios adicionales. El colágeno, esencial para la elasticidad de la piel, refuerza su estructura. Sin embargo, dado que la eficacia de los suplementos orales de colágeno aún se está investigando, es importante consultar a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier nuevo régimen de suplementos.
CUIDADO CON EL EXCESO DE EXFOLIACIÓN
La exfoliación es un paso clave en la rutina de cuidado de la piel, ya que elimina las células muertas, favorece la renovación celular y rejuvenece la superficie cutánea. Sin embargo, durante el invierno, los riesgos implícitos en la sobreexfoliación se acentúan. El exceso de exfoliación puede comprometer la barrera protectora natural de la piel, eliminando los aceites esenciales y la humedad. Esto puede provocar un aumento de la sequedad, la irritación y la sensibilidad, especialmente acentuados en invierno.
Así, conocer la función de barrera de la piel es esencial para estos meses del año. La barrera cutánea, compuesta principalmente por células y lípidos, sirve como protección frente a los factores de estrés ambiental y ayuda a evitar la deshidratación. Una exfoliación excesiva puede alterar esta barrera, exponiendo la piel a agentes irritantes y provocando la pérdida de hidratación. En invierno, cuando el aire es más seco, este efecto se amplifica, haciendo que la piel sea más susceptible a los daños.
Por lo tanto, para mantener una piel sana durante el invierno es aconsejable limitar la exfoliación y evitar poner en riesgo la barrera natural de la piel. En cuanto a la elección del exfoliante (decisión igualmente importante), es recomendable que estos sean suaves e hidratantes, evitando aquellos que puedan resultar abrasivos.
EMPLEA LAS MASCARILLAS CON MODERACIÓN
Las mascarillas faciales pueden ser adecuadas para el cuidado de la piel en invierno ya que proporcionan la hidratación necesaria para un clima seco. Es importante utilizarlas con moderación, evitando el uso excesivo o las mascarillas con ingredientes agresivos que pueden provocar irritaciones y desequilibrios en la piel. Elige mascarillas enriquecidas con ingredientes hidratantes como ceramidas y aceites naturales, y evita aquellas que contengan altas concentraciones de alcoholes o fragancias, sobre todo si tienes la piel sensible.
Aplicar una mascarilla hidratante una o dos veces por semana (seguida de una crema hidratante para sellar la hidratación) es suficiente para mantener la hidratación y reforzar la barrera cutánea. Esta rutina ayudará a la piel a mantenerse hidratada y sana durante los meses de invierno.
ESTIMULADORES DE COLÁGENO INYECTABLES PARA LA HIDRATACIÓN
El colágeno, crucial para mantener la elasticidad y la hidratación de la piel, disminuye de forma natural a medida que envejecemos, y este proceso puede acentuarse durante los meses de invierno. Sin embargo, recurrir a tratamientos profesionales como los rellenos de colágeno pueden ayudarte a lograr resultados significativos y visibles.
Los estimuladores de colágeno representan una solución no invasiva para restaurar eficazmente el volumen en las zonas del rostro en las que suele producirse una pérdida debido al envejecimiento. A diferencia de los rellenos dérmicos típicos, el ácido hialurónico que contienen proporciona hidratación en lugar de volumen. Esto significa que hidratan la piel sin voluminizar el rostro, evitando la laxitud y aportando al cutis una textura saludable y con aspecto de rocío.
CONCLUSIÓN
Acertar con el cuidado de la piel en invierno es esencial. La hidratación interna, una exfoliación cuidadosa, el uso adecuado de mascarillas y realizar tratamientos profesionales como los estimuladores de colágeno pueden contribuir a que la piel en invierno se mantenga sana y radiante. Respecto a la crema hidratante más adecuada para ti en invierno, elige la que mejor se adapte a tu tipo de piel y responda a tus necesidades específicas.
Si aplicas estos consejos en tu rutina de cuidado de la piel en invierno, podrás mantener tu piel sana durante toda la estación. Para un asesoramiento personalizado, consulta a un profesional del cuidado de la piel, quien determinará cuáles son los mejores tratamientos para tu piel.
No te olvides de tu piel durante el invierno y las fiestas: con los cuidados de la piel en invierno, se mantendrá sana y resplandeciente a lo largo de los meses.
